Si dijéramos de las algas en dos palabras, sería «antiguas» e «insustituibles».

En primer lugar, enriquecen el agua con oxígeno y absorben el dióxido de carbono, es decir, crean las condiciones para la vida de los habitantes del embalse. En segundo lugar, las algas son una parte importante de la cadena alimentaria, la riqueza de peces y animales en los mares, ríos y océanos depende de su presencia.

Las algas son capaces de vivir en cualquier masa de agua: un charco de lluvia no es una excepción, donde viven ejemplares unicelulares. La profundidad aceptable para la vida de las algas flotantes en mares y océanos es de 20-50 m. Los habitantes del fondo sobreviven a profundidades de hasta 200 m si el agua es clara y transparente.
Viven en la tierra: en el suelo o en las elevaciones de las montañas; se adhieren a las rocas y a los acantilados.
Algunas algas viven en otras plantas.
Raras especies de algas están adaptadas para sobrevivir en la Antártida: se congelan en el hielo y entran en estado de anabiosis.

En la naturaleza, hay 40 mil especies de esta planta, pero en general, sus funciones son las mismas: producir oxígeno, absorber dióxido de carbono y dar nutrientes a los peces y animales.

Verde, rojo, marrón. Estos tres tipos de algas son interesantes para los científicos porque los representantes de estas clases se consideran comestibles y, por lo tanto, importantes directamente para los seres humanos.

Sobre las algas verdes hay que mencionar el hecho de su gran resistencia: estas plantas viven prácticamente en cualquier condición, aparecieron hace millones de años y aún permanecen casi inalteradas, lo que significa que son resistentes a los factores ecológicos perjudiciales.

Las algas rojas son componentes frecuentes en los preparados cosméticos y farmacológicos.

Las algas pardas destacan por sus propiedades medicinales. Por ejemplo, el sargazo tiene todo el espectro de influencia: antiviral, antipirético, anticancerígeno y otros.

El mundo conoce varias formas y tipos de algas, que van desde una sola célula, las llamadas algas planctónicas, hasta varias decenas, como el sargazo y la macrocystis, por cierto esta última alcanza los 60 m de longitud.

La coloración rosa de los flamencos se debe a que se alimentan de algas, que contienen carotenoides.

El pelaje del perezoso contiene algas verdes que le proporcionan camuflaje.

Muchos han oído hablar del océano brillante, pero la nieve de sandía es nueva. La nieve de sandía puede verse en algunas zonas altas de California. Es de color rosa y tiene el olor y el sabor de la sandía. El fenómeno se debe a la presencia de algas en la nieve.

El mundo está familiarizado con las algas, que son muy dañinas. Por ejemplo, las «algas asesinas» se introdujeron en el mar Mediterráneo durante la limpieza de acuarios en Mónaco. Desde 1980, ha estado destruyendo el ecosistema del Mar Mediterráneo y todavía es imposible detenerlo. Las algas parásitas viven en la vida marina y son parásitos. Para los arrecifes de coral, son mortales.